lunes, 22 de septiembre de 2008

EL MINISTERIO DE LA CURACION

Se que leer el libro de el “Ministerio de la Curación” nos enseñara de mucho, ya que: "Estudiad ese maravilloso organismo, el sistema humano, y las leyes que lo rigen." "Cada ley que gobierna la maquinaria humana ha de ser considerada tan verdaderamente divina en origen, en carácter, y en importancia como la Palabra de Dios. Cada acción descuidada, cualquier abuso puesto sobre el maravilloso mecanismo, es una violación de la ley de Dios. Esta ley abarca el trato de todo el ser." (Elena G. de White)
"Salud, fortaleza, y felicidad, dependen de leyes inmutables; pero estas leyes no pueden ser obedecidas donde no existe una ansiedad de llegar a relacionarse con ellas." (Elena G. de White)
EL VERDADERO MÉDICO MISIONERO
NUESTRO EJEMPLO

En este primer capítulo, se narra del por que Jesús vino a este mundo. El vino para sanar, para ayudar, para servir a otros, imagino que fue muy bonito cuando el estuvo aquí, para las personas que creían en el, ya que la autora menciona que a ninguno le dijo que no, si no que a todos los que iban a el, el les daba lo que necesitaban, y se menciona una cita de la biblia que así lo sustenta: Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo como siervo para suplir incansablemente la necesidad del hombre. "Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias" (S. Mateo 8:17). Lo más bonito de todo es que Jesús no solo sanaba el cuerpo a causa de una enfermedad, si no también, el espíritu y alma de los hombres. Imagino que Jesús también se cansaba, ya que la autora narra que para el no había limitaciones, atendía todos por igual, y si la gente que trabajaba por las mañanas no podía ir cuando el se juntaba con otras, por las tardes los atendía, siempre dándoles el mensaje de que su padre los amaba, y para ellos eran muy valiosos, imagino que esa gente se sentía bien al escuchar que había un Dios que los amaba, pero no puedo imaginar como es que Jesús hablaba siendo tan noble, tan bueno, sin fijarse en la economía de ellos, en el vestir etc.
La autora menciona algo muy importante que a veces pasamos por alto. Al venir Jesús a este mundo “cargaba con el tremendo peso de responsabilidad de la salvación de los hombres” y como fue un humano como tu y yo, también tuvo tentaciones, dice la autora que desde su niñez hasta su edad viril, pero con todo y pruebas nunca se desalentó. Esto nos da a nosotros un gran ejemplo. Ya que en todo lo que hacia glorificaba a Dios, por que el sabia a que había venido, siempre se mantuvo firme y leal a su Padre.
Siempre se le veía paciente y alegre, y los afligidos le aclamaban como mensajero de vida y paz. Veía las necesidades de hombres y mujeres, de niños y jóvenes, y a todos invitaba diciéndoles: "Venid a mí." (San Mateo 11: 28.)

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